lunes, 7 de marzo de 2011

Ayudantes de Dios


7 Marzo 2011

 Anne Cetas

LEA: Salmo 103:19-22

Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles. —Salmo 103:20
Estaba conversando con algunos niños acerca de Dios y de superhéroes, cuando Tobías hizo una pregunta. Este niño de cinco años de edad, muy imaginativo, dijo para cualquiera que escuchase: «¿Dios tiene un ayudante como tenía Hércules?». Su hermano mayor, de siete años y más sabio, de inmediato respondió: «Sí, tiene miles. Son Sus ángeles».
Los ángeles son un tema popular de debate y la gente cree una gran cantidad de mitos en cuanto a ellos. Por ejemplo: algunas personas oran a los ángeles porque piensan que se encuentran al mismo nivel de Dios. Otros creen que, al morir, las personas se convierten en ángeles. Pero aquí está lo que la Biblia, nuestra autoridad, enseña:
• Dios creó a los ángeles (Colosenses 1:15-17).
• Los ángeles adoran a Dios (Nehemías 9:6) y se los conoce mediante estos términos: arcángeles (Judas 1:9), querubines (2 Reyes 19:15) y serafines (Isaías 6:1-3).
• Sirven al pueblo de Dios (Hebreos 1:13-14) guardándolo y protegiéndolo (Salmo 91:9-12).
• Dios les asigna tareas especiales (Mateo 1:20; Lucas 1:26).
• Los ángeles de Dios se regocijan cuando nos arrepentimos y acudimos a Cristo para ser salvos (Lucas 15:7,10).
Sólo Dios merece nuestra adoración. Por tanto, ¡unámonos a los ángeles para cantar alabanzas a Él!
Los ángeles son los ayudantes especiales de Dios.

domingo, 6 de marzo de 2011

Se pueden tener raíces y alas

La película “Sweet Home Alabama” narra la historia de una mujer que tiene que decidir entre vivir en Nueva York, con todo lo que eso significa para su éxito comercial y empresarial; o volver a su pueblo y disfrutar de la vida en el campo.
En medio de esa disyuntiva en la que también tiene mucho que ver su propia vida sentimental, la protagonista (la actriz René Wirespoon) dice “Se pueden tener raíces y también alas”.
No sé si alguna vez lo has pensado, Dios hizo para nosotros un jardín, El lo plantó. Esa era su idea original, que el hombre pudiera disfrutar y ser señor de la naturaleza, que viviese admirando el regalo de Dios.
Caín, cuando probó el castigo de su propio pecado, construyó una ciudad. Se encerró. Olvidó la naturaleza, olvidó la relación personal con Dios y quiso vivir a su manera, alejado de la belleza. Limitado por cuatro paredes.
Nos ocurre a todos, cuanto más vivimos apegados a la naturaleza, más cerca nos sentimos de Dios, de lo que él ha hecho.
Cuanto más tiempo pasamos entre cuatro paredes, más nos creemos únicos y arrogantes. La ciudad nos arrastra, nos cerca, nos limita, quita nuestra libertad, nos llena de prisas y enojos…. Nos obliga a enfrentarnos con todos, nos aleja de Dios por sí misma, porque olvida lo cerca que tenemos a Dios cuando vivimos disfrutando de su creación.
Esa es una de las razones por las que las sociedades que viven más cerca del campo, están al mismo tiempo más cerca de Dios, y las sociedades más avanzadas, las ciudades que crecen, se alejan más del Creador.
No quiere decir que todos tengamos que vivir en el campo, pero de alguna manera nuestro propio organismo nos enseña que lo natural es lo que va con nosotros mismos, que cuando estamos cerca de la creación disfrutamos más. Que nos sentimos bien cuando podemos ver la naturaleza, el mar, un paisaje nevado, un río, un lago, los árboles y las estrellas.
Que de alguna manera que no podemos comprender, sentimos que estamos hechos para disfrutar de todas las cosas que Dios nos ha dado, mientras pasamos nuestro tiempo agobiándonos y sintiéndonos mal en las ciudades que nosotros mismos hemos construido con nuestras manos.
La propia naturaleza lo sabe también, y de una manera que no podemos entender y mucho menos explicar, la Biblia dice que todo lo que nos rodea espera el momento en el que nosotros vivamos felices y dejemos nuestro odio y nuestra rebeldía. Que los árboles aplauden cuando hacemos las cosas bien hechas, que los montes y los ríos disfrutan con nuestra alegría, que saben que somos los mayordomos de la creación y que nosotros mismos nos sentimos más felices cuando sabemos cuidar todo lo que Dios nos ha regalado.
Jaime Fernández es escritor, músico y director del programa «Nacer de Novo» (TVG)

sábado, 5 de marzo de 2011

Información correcta

5 Marzo 201

Bill Crowder

LEA: 1 Tesalonicenses 4:13-18
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, […] como los otros que no tienen esperanza. 

Biblia en un año:
Hacía quince minutos que el avión había despegado cuando el piloto anunció que la aeronave tenía un problema serio y que la tripulación estaba tratando de analizar qué era. Poco tiempo después, anunció que había una vibración y que tendríamos que regresar al aeropuerto. Luego, las azafatas dieron una serie de explicaciones detalladas para aclarar lo que pasaba y lo que sucedería en cuanto aterrizáramos. En una situación que podría haber sido aterrorizante, los temores de los pasajeros fueron apaciguados porque se les dio la información correcta.
En el siglo i, un grupo de creyentes de Tesalónica temía que sus seres queridos, que eran creyentes y que habían muerto, se hubieran ido para siempre y se perdieran la segunda venida de Cristo. Por esa razón, Pablo escribió: «Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza» (1 Tesalonicenses 4:13). Las palabras de consuelo del apóstol tenían el propósito de calmar sus miedos al darles la información correcta, que marcó completamente la diferencia. Aunque estaban entristecidos por la pérdida, aún podían tener esperanza de volver a reunirse en el futuro con aquellos que habían creído en Cristo.
Cuando perdemos a alguien, nosotros también podemos hallar consuelo y esperanza porque la Biblia nos ha dado la información correcta.
La muerte no es un punto final, sino sólo una coma.