domingo, 9 de enero de 2011

30 Diciembre 2010

¿Una mala idea?

Dave Branon
LEA: Hebreos 10:22-39
Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe. —Hebreos 10:22

El ex atleta había descuidado su cuerpo por demasiado tiempo, así que comenzó una rutina de ejercicios. El primer día hizo varias flexiones y salió a dar un trote ligero. Al día siguiente, más flexiones, unos cuantos abdominales y a trotar por más tiempo. Día 3: ejercicios y correr 2,5 kilómetros. Día 4: nuestro ex atleta en reentrenamiento despertó con la garganta inflamada.
Después hizo un ejercicio más: de un salto, llegó a la conclusión de que el ejercicio había sido una mala idea. Si todo lo que había logrado de sus jadeos y resoplidos era enfermarse, este asunto no era para él.
Examinemos otro escenario. Un cristiano se da cuenta de que ha descuidado su relación con Dios; entonces, comienza una nueva rutina espiritual de lectura bíblica y oración. Pero a los pocos días, surgen algunos problemas en su vida. ¿A qué conclusión llega? Al igual que el ex atleta, ¿debería llegar a la conclusión de que su búsqueda espiritual fue una mala idea y que no le hizo ningún bien? Claro que no.
No oramos y leemos la Biblia para lograr una vida perfecta y libre de problemas. Buscar a Dios no es una cuestión de causa y efecto. Lo hacemos porque beneficia nuestra relación con Aquel que es perfecto. La búsqueda de la piedad no nos eximirá de problemas (2 Timoteo 3:12), pero una vida dedicada a amar y buscar a Dios (Hebreos 10:22) siempre es una buena idea, sin importar lo que suceda.
Las raíces de la estabilidad están cimentadas en la Palabra de Dios y la oración.

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