domingo, 9 de enero de 2011

8 Enero 2011

Última inauguración

Julie Ackerman Link
LEA: Apocalipsis 15
Todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado. —Apocalipsis 15:4
Biblia en un año:

Algunas de las palabras que se emplearon para describir la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de verano, en 2008, fueron asombrosa, impresionante y extraordinaria. Un comentarista señalo: «Esto demuestra lo que sucede cuando a un artista se le ofrecen recursos ilimitados».
Cuando oí esto, pensé: ¡Eso es lo que Dios hizo en la creación! No se guardó nada. El universo resultante es de una belleza impresionante, una complejidad asombrosa y absolutamente extraordinario.
La ceremonia de las Olimpíadas mostró una precisión perfecta; pero, si uno de los percusionistas o bailarines hubiese decidido modificar la visión del artista, todo el espectáculo se habría estropeado.
Eso fue lo que sucedió poco después de la creación. A diferencia del productor de las Olimpíadas, Dios dio albedrío, y Su obra de arte fue estropeada porque Adán y Eva pensaron que había un camino mejor. Como dijo Isaías: «Cada cual se apartó por su camino» (53:6).
La solución divina para nuestro capricho fue insólita: El Artista pagó el precio para recrear lo que nosotros habíamos arruinado. Un día, tendrá lugar otra ceremonia de inauguración donde todos los que están en los cielos y en la tierra se postrarán ante el nombre de Jesús (Filipenses 2:10). También aquellos que, de toda nación, hayan aceptado el plan de Dios en Cristo adorarán juntos en la perfecta Nueva Jerusalén (Apocalipsis 15:4).
Tenemos toda la eternidad para alabar a Dios; comencemos hoy.

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