jueves, 9 de diciembre de 2010

10 Diciembre 2010

¿Una simple casualidad?

Albert Lee
LEA: Rut 2:1-12
Reconócelo en todos tus caminos,
 y él enderezará tus veredas.
—Proverbios 3:6
 
Biblia en un año:
Oseas 1–4
Apocalipsis 1
 
Huang, un no creyente, era un científico de visita en la Universidad de Minnesota en 1994. Durante su estada allí, conoció a algunos cristianos y disfrutó de su compañerismo. Así que, cuando se enteraron de que Huang iba a regresar a Pekín, le dieron el nombre de un creyente que también se estaba mudando a esa ciudad, para que se pusiera en contacto con él.
En el vuelo de regreso a Beijing, el avión detectó problemas en los motores y pasó la noche en Seattle. ¡La aerolínea alojó a Huang en la misma habitación de la persona que tenía que contactar! Cuando llegaron a Pekín, ambos comenzaron a reunirse semanalmente para un estudio bíblico y, un año después, el científico le entregó su vida a Cristo. Esto no fue tan sólo una simple casualidad; Dios lo preparó.
En Rut 2, leemos que ella llegó a «aquella parte del campo [que] era de Booz» (v.3). Este hombre les preguntó a sus siervos quién era ella (v.5), lo cual dio lugar a que la tuviera en especial consideración. Cuando Rut le preguntó la razón de tanta amabilidad, Booz respondió: «He sabido todo lo que has hecho con tu suegra […]. Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea cumplida» (vv.11-12).
¿Acaso los acontecimientos en las vidas de Rut y de Huang sucedieron tan sólo porque sí? No, porque nadie en el pueblo de Dios puede escapar de Sus planes de guía y provisión.
Puede que una «simple casualidad» esté planificada por Dios.

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