sábado, 4 de diciembre de 2010

5 Diciembre 2010

¿Presentes o presencia?

Julie Ackerman Link

LEA: 1 Juan 2:24-29
En tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. —Salmo 16:11
Biblia en un año:
Daniel 1–2
1 Juan 4
Oswald Chambers escribió una vez: «No son las promesas de Dios lo que necesitamos, sino a [Dios] mismo».
A menudo decimos en la época de Navidad: «La presencia del Señor es más importante que los presentes». Pero puede que la cantidad de tiempo y esfuerzo que dedicamos a comprar los regalos indique lo contrario.
En ciertas partes del mundo, las personas hacen obsequios el 6 de diciembre. Al hacerlo, tienen el resto del mes para centrarse en Jesús y en la maravilla de Su nacimiento, el regalo perfecto de Dios para nosotros.
Tal vez seamos sinceros cuando decimos que deseamos más la presencia de Dios que los presentes de los demás. Pero ¿cuántos podemos decir honestamente que queremos la presencia de Dios más que Sus presentes?
A menudo, queremos los regalos de Dios más que a Él mismo. Ansiamos tener salud, riqueza, conocimiento, un mejor empleo, un mejor lugar donde vivir. En realidad, puede que Dios quiera darnos estas cosas, pero no podemos tenerlas lejos de Él. Tal como dijo David: «En tu presencia hay plenitud de gozo» (Salmo 16:11). Puede que los presentes, los regalos terrenales de Dios, nos hagan felices temporalmente, pero la plenitud de gozo sólo viene cuando permanecemos en una relación correcta con Él.
Así que, ¿cómo sería la Navidad si realmente celebráramos la presencia de Dios?
La presencia de Dios es uno de los mejores presentes que podemos recibir de Él.

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