lunes, 6 de diciembre de 2010

6 Diciembre 2010

La aventura de adviento

Julie Ackerman Link


LEA: Mateo 12:11-21
Y en su nombre esperarán los gentiles. —Mateo 12:21
Biblia en un año:
Daniel 3–4
1 Juan 5
Los cristianos en todo mundo encienden velas durante la temporada de adviento, en el calendario eclesiástico. La primera vela simboliza la esperanza. El profeta Isaías dijo que todas las naciones pondrían su esperanza o su confianza en Cristo, el Escogido de Dios (Isaías 42:1-4; Mateo 12:21).
Pensamos en el adviento desde la perspectiva de criaturas limitadas a la tierra, que no tienen conocimiento de otra cosa que no sea esta vida. Nos regocijamos de que Jesús haya venido a visitarnos a este bello planeta, que creó especialmente para nosotros. Pero es importante recordar que Él vino de un lugar mejor. En primer lugar, proviene específicamente del cielo, un sitio mucho más bello de lo que podemos imaginar.
Siempre que pienso en la venida de Jesús a la tierra, también considero que tuvo que dejar el cielo para llegar aquí. Para Él, la tierra era territorio hostil. Venir aquí fue una empresa peligrosa (Mateo 12:14). Pero lo hizo. Nuestro Dios justo y compasivo se hizo vulnerable a la injusticia humana. El Creador del universo se puso la ropa de la carne y vino a experimentar, de primera mano, cómo es realmente la vida aquí.
Jesús gustó la muerte por todos (Hebreos 2:9), para que pudiéramos disfrutar Su bondad (1 Pedro 2:3). Dejó el esplendor del cielo para llevarnos a la gloria (Hebreos 2:10). Entregó Su propia vida para darnos esperanza para la vida eterna.
Dios irrumpió en la historia humana para ofrecernos el regalo de la vida eterna.

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